lunes, 21 de julio de 2008

Un Cronopio y el campo








Todo argentino sabe lo que ocurrió desde hace unos meses y en el desenlace reciente que muchos vacilaron como un triunfo.

Viendo a tantas personas en un día laboral, de un lado y del otro, me preguntaba de ir a donde iría y me conteste: ninguna. Recordaba mi dulce infancia en ese pueblo perdido entre las chuchillas entrerrianas , la gente que vivía del campo y de las personas que eran vividas con el.

Yo nací en Larroque, la ciudad en que también nació Alfredo Yabran. Un pueblito enclavado entre Gualeguaychu y Gualeguay, en donde el 80% viven del industria agropecuaria y el otro 20% de un frigorífico de pollos, que a la larga es lo mismo. El lugar en donde vivía era el extremo mas oriental del pueblo, en donde se hacia 200 metros y empezaba el campo. Mi padre tenia un almacén ahí y todavía mi tío lo tiene, en donde se despacha mercaderías y se atiende el bar, en donde venían muchas personas a tomarse su ginebra y darle al truco hasta la noche.

Mis primeros recuerdos rondan en las conversión que tenia con ciertos personajes, gente que vivía en el campo. Tengo muchos recuerdos, pero de dos personas son los mas claros. Don Mateo y el "Ruso"(jamas supe su nombre, pero su apellido lo recuerdo tan difícil que simplemente lo llame "ruso" toda la vida).

Gente buena, sin maldad, que la vida la golpeaba día a día, que mojaban sus penas en copas ginebra o de amargo obrero y se divertía jugando solamente al truco con compañeros de mostrador.

Don Mateo, una persona que la tristeza se la veía en su cara, su mujer Juanita, una de las eternas enfermeras del hospital local, nunca tuvieron hijos, nunca supe porque y tampoco viene al caso saberlo, ya que yo disfrutaba cierto status que tenia con ellos. Muchas veces fui a dormir a su casa, en donde probé la mas rica sopa de mi vida y dormir con el silencio nocturno era un juego para mi.

Eran dos personas tristes, el siempre laburo en su campo de pocas hectáreas, tenia pocos animales y sembraba poco,  todo el solo. Ella iba todos los días al hospital a trabajar.  Recuerdo que estaban contentos, ya que ella se jubilaba y decidieron vender su pequeño campo para comprarse una casa en la ciudad y vivir tranquilos sus últimos días.

Lo hicieron, pero ella al poco tiempo murió de un cancer fulminante, y el poco brillo de los ojos de Don Mateo se fueron para siempre...

Yo me fui del pueblo a los 12 años a vivir a Gualeguaychu, iba poco a Larroque, así que lo veía poco a Don Mateo, luego se enfermo el y termino viviendo sus últimos años en casa de una hermana a dos cuadras de mi casa en Gualeguaychu, pero ya no era el, hablaba poco y se olvidaba de sus recuerdos, no se si por la enfermedad o porque le dolía. Murió a 50 km de la gente que conocía, yo me entere a los pocos días, me hubiera gustado saberlo y de darle un ultimo adiós. Yo era adolecente y por lo tanto algunas cosas no me resultaba importante, así que tampoco averigüe en donde esta su tumba...

Cerca del campo de Don Mateo, vivía el "Ruso", un hombre amable, que todas las tarde venia en su sulki al bar, en donde pasaba la tarde. Un hijo de inmigrantes que vivía solo en una enorme casa de muchos años en medio de Talitas, un galpón llenos de artefactos raros y viejos como su historia. Me llevaba de exploración algunos días en que iba al pueblo a la mañana y me traía devuelta a su cita con vasos y naipes, me fascinaba esa media hora en sulki y de como guardaba los papeles o sus compras debajo del asiento del sulki (cabe acotar que el asiento del sulki es un como cajón), de como soltaba al caballo o bien lo colocaba cuando volvíamos. Me cocina un puchero de otro planeta en esa enorme cocina llenas de ollas y platos de mas de 80 años. Esa cocina económica que salia humo por cualquier lado, menos por la chimenea...

Era un hombre alegre, pero creo a la lejanía que no lo era...su única diversión era con sus perros que empezaban a ladrar a kilómetros que lo sentían, y de su cita diaria en el boliche.

Supe de como que no venia dos días seguido al boliche de mi tío, fueron a su vieja casa de color amarilla, ya lo perros no ladraban y su sulki esta ahí. Entraron y lo encontraron con la muerte ya asumida, postal mas clara de su inmensa soledad. Yo ya era grande y estaba en Buenos Aires, me entere muy tarde...

Que recuerdos, y me imagino que en todos los pueblos debe de haber personas como Don Mateo o el "Ruso", gente buena, trabajadora, que se conformaban con poco, solitarias, tristes... conocí muchas otras personas que eran peones o dueños de campos pequeños, también conocí a dueños de campos grandes y su realidad era muy diferente... viendo todo esto lo que paso con la 125 y este carnaval y me pregunto:

¿alguien propuso una plaza para los Don Mateos o los "Rusos"?
o ¿alguien vio un cartel de un lado del otro representando a los mal llamados"indios" del Chaco?

El campo con su ferocidad y su indiferencia a todo lo que le implique ganar dinero (recuerdo palabras de un pariente que tenia un cuñado estanciero y me decía: "tocale los huevos y no te hace nada, pero le tocas el bolsillo y te acuchilla" y era cierto).

Conozco a esta gente, muchos de mis parientes lo son y ellos jamas moverían un pelo si no es por su bolsillo. Tampoco estoy a favor del gobierno, es aberrante ver el clientelismo político... pero hay otra realidad, otras personas...Es triste vera a tantas personas engañadas en Libertador o en el Congreso....

Este es mi homenaje a los que no ganaron, ni perdieron. Siempre pierden: los peones, los originarios, el verdadero chacarero (a nadie engañan de son pequeños productores cuando arrendas 900 hectáreas), de los Don Mateos y de los "Rusos"....

2 comentarios:

  1. Nunca nadie se acuerda del campesino, salvo nosotros, los que con alguna conciencia tuvimos contacto con ellos. Mi familia por parte de papá eran italianos, que cayeron en Lincoln, gente laburadora, pero como siempre, subyugada a los grandes propietarios. En fin, todo ese conflicto fue muy triste, ver el racismo a flor de piel, ver gente como Carrió (perdón, no puedo evitar sentir asco por ella), que olvidó completamente sus orígenes, pura y exclusivamente por un puñado de dólares. El campo, el campo no es la mesa de enlace, el campo es otra cosa... el campo son los chaqueños robados, por los poderosos que protege la mesa de enlace, y encima asesinados por los crueles agroquímicos. Hoy hay una nota de tapa en el página 12, y no dejo de putear y putear, y encima tener que oir barbaridades de gente que el único campo que conocen es el de la Rural, una vez al año, y encima le disparan al olor del establo..., Perdón, no quise hacer un panfleto de ésto, pero: AGUANTE EL MOVIMIENTO CAMPESINO

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